¿Cuáles son las buenas prácticas recomendadas para el inversor en proyectos Pre-Seed? ¿Hay distintos caminos con este tipo de inversión para multiplicar con éxito tu capital? ¿Con cuál de estas formas de actuar te sientes más identificado como inversor?
Esta publicación es la tercera y última parte de un artículo más largo – si quieres ir al inicio (parte 1/3) sigue este link, para la segunda (2/3) haz click aquí.
Distintos perfiles de proyecto y caminos al éxito
“Price is what you pay; value is what you get” – Warren Buffet
En Elrim tenemos en cuenta una alternativa diferente de estrategia de inversión para buscar esos retornos interesantes con proyectos Pre-Seed, apostando también por proyectos con una combinación diferente de riesgo-oportunidad:
– Estamos de acuerdo con lo mencionado anteriormente: el mayor potencial de inversión se encuentra en proyectos que persiguen una gran oportunidad de mercado, aunque implique a su vez valoraciones más altas. Triunfar con uno de estos proyectos suele compensar por los varios que fallan. Somos bastante selectivos al evaluar estas oportunidades, decidiéndonos a invertir sólo en aquellas donde tenemos total convicción (y conscientes del riesgo e incertidumbre). De este tipo de oportunidades no solemos encontrar muchas.
– Como alternativa, y buscando ampliar nuestras opciones de inversión, apreciamos también el perfil de proyecto que plantea un potencial de negocio interesante, aunque más moderado que el perfil anterior – y que se presenta a una valoración prudente.
– Sabemos que este segundo perfil tiene también riesgo e incertidumbre. Pero pensamos que alcanzar el escenario de éxito a futuro que plantean estos proyectos puede ser algo más factible/menos exigente. Estamos encontrando oportunidades muy interesantes de este estilo, con el potencial de evolucionar hacia negocios innovadores y de gran creación de valor, aunque con una escalabilidad algo más limitada.
– Con ellos vemos también posible multiplicar nuestra inversión a largo plazo, siempre que esta se haya hecho a una valoración apropiada. Ejemplo extremo: se puede conseguir multiplicar pasando de valoración 100 a 1.000 (10x), pero también de 10 a 100 (10x). Incluso si finalmente el múltiplo alcanzado es más bajo, seguirá suponiendo un retorno importante.
Nosotros nos interesamos por estos dos perfiles de proyecto, y valoramos cada caso con los criterios apropiados. Luego apostamos por aquellas oportunidades que nos generan más convicción como inversores, de entre todas las alternativas disponibles.